martes, 6 de octubre de 2009

06 de octubre de 2009

Beben para olvidar
(Santo Tomás de los Plátanos, Estado de México)
Por: Blanca Buendía


Igual que en Macondo se prohibieron las peleas de gallos desde su fundación para evitar problemas, en éste pueblo se prohibió el consumo del alcohol. El abuso y la violencia a causa de la bebida terminaron. Ese pequeño planeta se había convertido en un lugar pacífico. Había armonía.
Cincuenta años pasaron, y la pobreza llegó al planetita. Llegó la vergüenza de no tener dinero, de que las tierras ya no sean fértiles y de que las vacas ya no tuvieran tanta leche como antes.
Entonces, el alcalde del planeta decidió admitir que el pueblo bebiera. Ahora todos deambulan, sus ideas y su vergüenza se han ido. El principito llegó a éste planeta, y se encontró que el pueblo bebía para olvidar su vergüenza de beber. Cuando se marchó, perplejo dijo: "No hay la menor duda de que las personas mayores son muy extrañas", mientras seguía su viaje.

Puede leer la nota aquí

Y la visita del principito aquí

sábado, 3 de octubre de 2009

3 de octubre de 2009

La Atlantida
(Sumatra, México, Haití, África, etc)
extracto sacado de las crónicas perdidas de José Arcadio en sus largos viajes con los gitanos.

Sigo con los gitanos. He aprendido mucho. He descubierto territorios insospechados. Me encuentro en un lugar al que le llaman La Atlántida. Ya había esuchado de este lugar: población mítica sumergida bajo el agua. Lo mítico era que estuviera sumergida bajo el agua. Hoy más que nunca, en esta nostálgica ciudad, extraño Macondo. Tengo molestos golondrinos de tanto sudar tristeza. Y es que este lugar no ayuda. Están sumergidos en una pobreza tal, que mi madre no dudaría en permitir que toda la gente de aquí comiera todos los días en nuestra casa. Que todos los días comiera. A los pobladores les cuesta trabajo caminar. Cada paso parece ser dado bajo el agua y tampoco se les escucha. Han perdido la voz. A penas si se entiende un sonido como el que hace uno cuando quiere decir algo mientras se sumerge en el mar. El mar... cuando lo conocí me llenó de paz, ver su inmensidad, sentir que no se terminaba nunca, que nunca iba a estar más tranquilo que navagueando sus aguas, como cuando navegaba las infinitas carnes de Pilar Ternera. Pero aquí en la Atlantida, falta el aire. Óxigeno es lo que dicen los gitanos. Aquí no hemos venido a vender. Sólo hemos hecho especie de trueque en donde los atlantes nos han dado artefactos podridos que ya no usan a cambio de aparatos para que tengan voz. Les hace falta tener voz, que los escuchen los que navegan la superficie. Y es que no pueden subir, nadie les enseñó a nadar. Por eso se hundieron, por eso caminan de forma pesada. Pero si tienen voz... voz como la de mi padre, que todo Macondo escucha cuando habla. Ojalá aquí los escuchen. Si Aureliano viera a los atlantes... su guerra sería más grande.

una de las n mil notas se puede leer aquí.

lunes, 28 de septiembre de 2009

28 de septiembre de 2009

El trueque
(Kambyreta*- Paraguay)

Afuera, el sol dibuja charquitos plateados sobre la ancha y roja calle, reina un calor húmedo de espesor casi táctil. Es el verano, que quiere apurar los pasos hasta casi suprimir la primavera.

Adentro, la siesta y su aliento de fuego se cuelan por los barrotes de las celdas, y quienes las habitan, lo reciben sin más remedio, es el infierno, pero después de todo, es el único calor al que podrían aspirar.

En ese tiempo ocioso, eterno a pesar de que las sentencias judiciales hablen de plazos, los reos viven arañando las paredes. Al principio, lo hacían con la intención de llegar al otro lado; pero luego, descubrieron que ellas guardaban las armas para sobrevivir del lado en el que estaban: ese mejunje de culpables e inocentes.-

Las paredes estaban quedándose sin sostén, todas las varillas, una a una iban convirtiéndose en estoques afilados frotados contra el cemento, incautados en redadas y vueltos a fabricar.

Fue larga la fila de hombres demacrados respondiendo a la brillante solución:
“un litro de leche por cada estoque entregado a voluntad”.

Afuera, el sol sigue dibujando charquitos plateados sobre la calle. Adentro, la leche se ha evaporado, fue a penas ayer, pero lo sienten como si hubiera sido hace años. Los reos vuelven a arañar las paredes, escondiéndose en el canto de cigarras – lloverá pronto- piensan, mientras, sudando buscan en el cemento la esperanza de un trueque similar.-

puede leer la nota aquÍ

* Kambyreta es el nombre de la ciudad, una palabra guaraní que traducida al castellano significa "el país de la leche". Paradojas de Macondo

jueves, 24 de septiembre de 2009

24 de septiembre 2009

Notas desde una cama de hospital
(Servicio Nacional de Salud, Inglaterra)
Por: Blanca Buendía



Su enfermedad lo ha dejado en cama, en un hospital construido por el gobierno del país. Su inusual infección en los huesos lo ha dejado al borde de la muerte. Pero no tanto como la comida del hospital. No es tan delicado al comer, pero le gusta saber lo que entra a su organismo. Le da curiosidad saber que es lo que está comiendo, así que hizo un concurso. Le enseña al mundo las fotos de lo que le están sirviendo, y gana la persona que lo adivina. ¿Sopa de calcetín ahumado? ¿Pastel de hongos? ¿carne condimentada con pegamento fosforescente? ¿Caldo de caracol?
Nuestro enfermo de cuarenta y siete años busca mejorar el servicio de comida en los hospitales. Ahora todos hablan de ésto, pero nuestro optimista de buen paladar desea permanecer en el anonimato. Se espera que cambie algo en la estructura de los hospitales en Inglaterra, pues ésta ha sido una buena forma de demostrar el descontento de los enfermos. ¿Qué lo matará primero, su comida o la enfermedad? Por el lado positivo, él sí tiene algo que comer.
Bon apetit!

Lee la noticia aquí
Y lee la bitácora en inglés aquí

martes, 22 de septiembre de 2009

22 de septiembre de 2009

Otoños
(México, en general)
colaboración del presidente, las muertas y sus madres.

No entiendo qué pasa, por qué la gente se presta a eso, estúpidos, qué no entienden, todo va a estar bien, sólo tienen que aceptar, pero no lo hacen, estúpidos, manden callar a quienes no piensen como nosotros, como el gobierno que somos, pero es que es él el que no entiende, nos estamos muriendo de hambre, nuestras mujeres están siendo asesinadas, nuestras hijas, nosotras las madres sólo queremos justicia, que se haga justicia, allá en el gobierno viven de lo lindo, siempre con hartas cantidades de dinero, siempre viajando al otro lado o a la madre patria y nosotras, nosotras sólo queremos justicia que el estado nos proteja, pero parece que nuestra alteza serenísima está muerto, pero no, no está, nosotras las hijas, las muertas de Juárez sí lo estamos, y aquí abajo no está, aquí entre la podredumbre y los gusanos no se encuentra ningún gigante, ningún magnate, están más cerca ustedes, madres nuestras, nos hemos enterado ya, las persiguen por exigir justicia, nosotras que estamos muertas no entendemos, por qué, por qué, por qué no entienden, qué no ven que lo hago por el bien del pueblo, son tiempos difíciles, no podemos estar diciendo cosas negativas, no podemos desgastarnos escuchando en qué hemos errado, no hemos errado, la crisis vino de fuera, pero nuestra economía es fuerte, lo es, no entienden, estúpidas, no me dejan dormir, quiero descansar, tuve un día muy ajetreado, los periodistas haciendo preguntas sin sentido, que si el 2%, que si el paraíso fiscal, qué no se dan cuenta que vivimos en un paríaso, todos, todos vivimos en un paraíso, ciegos, ciegos que no quieren ver más allá de sus narices, ciego, creemos que nuestro patriarca está ciego, pobre, y pobres de nosotras, se acuerdan de Jacinta, Jacinta la india que había secuestrado 5 agentes federales, ya está libre, pero el gobierno no acepta liberar a las otras 2, y sus familias, quién ve por sus hijos, están ahí encerradas, y él ciego, no le podrán mandar un doctor, no, no hay doctor que pueda curarlo, desde el infierno sabemos que no hay poder para devolverle la vista, la compasión y sobretodo la comprensión, no hay, sólo esperar, esperar, esperar a que alguien que sí vea, alguien que sí comprenda, los ayude, nostras ya fuimos, y desde las llamas, vemos cómo se extienden hasta ustedes, madres, las compadecemos, lloramos lágrimas secas por ustedes, pero no se preocupen, pues él, él tamibén llora, llora porque ve que el final se le adelanta.

La nota aquí.
Las notas aquí.

jueves, 17 de septiembre de 2009

17 de septiembre 2009

¡NOS VENDIERON!

Fue en 1991, lo recuerdo porque iba al primer grado en la escuela. Mis padres se habían tomado una especie de vacaciones de mí, dejándome con la abuela.

Era más que aburrido: la siesta obligada a dormir cuando lo que quería hacer era jugar y las mañanas soportando a todo volumen las noticias en la radio.


- ¡No puede ser!- dijo escandalizada al mismo tiempo que subía la estridencia del estropeado aparato.

No presté atención. Mis seis años estaban entretenidos, tal vez, con un batracio en el jardín.

- ¡Oh Dios! ¡no puede ser! Repitió persignándose, al mismo tiempo que empezaba a perorar que los viejos tiempos eran mejores, que el fin del mundo estaba cerca, que esto era el acabose...

¡El presidente nos ha vendido!- dijo por fin- ¡ha vendido el país y con nosotros adentro! ¡Ya no somos paraguayos! –Exclamó llamándome con la mano.

Como a los 6 años casi todo lo que dicen los adultos es cierto, mis seis años lo repitieron: Ya no éramos paraguayos. Restaba saber que éramos ahora y se lo pregunté a mi padre, que con la mirada, indagaba a su vez, de dónde había sacado yo semejante despropósito.

Entonces, él me explicó; la abuela había entendido mal, lo que se había hecho (algo que yo tampoco entendí muy bien entonces) fue la firma de un tratado cuyo nombre me sonaba a palabrota: MERCOSUR Mercado Común del Sur. - No vendieron el país, sino
la imagen del país” - entendés.

Hoy ver lo mal que nos ha ido con aquella cosa, me recuerda a la abuela. Después de todo,pienso, no estaba tan equivocada .-

sábado, 12 de septiembre de 2009

13 de septiembre de 2009



Madre exorciza a su hijo
(Asunción - Paraguay)
Por: Blanca Buendía

Ella cree en Dios. Va a la iglesia todos los días, para saber que es lo que Él le dice. Y esta vez, le dijo que su hijo ya no era el mismo. A la mitad del día notó el cambio. Ahora un demonio había tomado control del cuerpo del pequeño. Ya no es un niño, sino alguien proveniente del mismo infierno. Algo tenía que hacer ella. Entonces decidió exorcizarlo ella misma. Hizo a sus hermanos rezar junto a las veladoras mientras ella se disponía a hacer su labor. Se encerró en el cuarto, guiándose por la palabra de Dios. Colocó al infante de cuatro años sobre una imagen religiosa. Se puso a rezar junto a él, pidiendo e implorando a Dios que liberara a su hijo de aquel demonio que lo estaba atando. El pequeño, lleno de moretones de sus castigos anteriores, sólo esperaba que esto terminara. Le rogaba a su mamá que se detuviera, que los golpes que le estaba dando le estaban haciendo daño. Él no era un demonio. Tal vez había sido travieso o no obedeció a su madre en el momento preciso. Pero no era un demonio. Su madre creía que era el demonio quien la quería confundir, y golpeaba con mas fuerza a aquel ser que ocupaba a su hijo. Poco a poco, le sacó a ese ser que lo habitaba. Sacó también, toda la vida que tenía ese pequeño. Tenía que hacerlo, claro. Su esposo derrumbó la puerta para encontrar a su hijo muerto a golpes por su madre. "Le absorbí todo el líquido" le dijo ella a la policía, cuando le tomaron de las muñecas y le colocaron las esposas.
En la cárcel, ella está orgullosa. "Mi hijo está con Dios y los dos hemos pasado a la historia" piensa.

Lea la nota aquí.

viernes, 11 de septiembre de 2009

11 de septiembre de 2009

Ríos de amargura
(ciudad de méxico, méxico)
pasaje que Pietro Crespi admiró desde las delicias de la muerte


No pudo evitarlo. La tristeza se le desbordó desde lugares insospechados de su ser. Inundó calles, avenidas, casas, parques: hizo un desastre que no se recordaba en la ciudad desde aquel día en que un enamoradizo joven vio una princesa azteca y su corazón retumbó tanto, que edificios se desmoronaron, calles se cuartearon y gente quedó enterrada en los escombros... hace ya más de 20 años. Y ahora, 24 años después, un sentimiento volvía a repercutir en toda la ciudad. André sentía que se hacía agua y aquello parecía cierto: era un manantial, una fuente inagotable de tristeza. Sentado en su vieja silla de caóba putrefacta, veía formarse ríos que desconsolados salían de sus ojos. No quizo vivir. Pero tampoco se le terminaba la esperanza y por ello no podía dejarse morir. Al tiempo que se le hacían agua los sentimientos, los instantes vividos con ella se le pegaban más, se le incrustaban en el alma de manera grosera, burla maldita del espíritu santo. Recordó el primer instante en que la vio: su vestir, su caminar, su manera de hablar. Recordó la primer copa de vino, recordó el término de la botella. Y mientras recordaba, la gente en las calles moría ahogada, las salas salían de las casas recorriendo ríos que antes fueron calles; los coches flotaban y tocaban la copa de los árboles, y los árboles impotentes se veían rodeados de lágrimas tan tristes que recordaban cientos de años de trágica humanidad. André no sabía lo que ocurría afuera de sus cuatro paredes, y si hubiera sabido, nada hubiera podido hacer al respecto. Amó demasiado. Amaba aún. De pronto, la vio a ella, entró por la puerta, flotando, angelical. La vio directamente a los ojos. No había nada. No había amor por parte de ella, ni una gota. Todo había sido un sueño, una pesadilla. André dejó de llorar. Entendió. Se le secó el amor.
Para siempre.
Nunca más habría un amor que dejara tantas muertes y causara tantas desgracias a una ciudad sobre esta tierra ni otras por descubrir.

La tragedia... aquí.

lunes, 7 de septiembre de 2009

7 de septiembre 2009

Asuntos Legislativos
(Ciudad de Panamá- Panamá)

Yassir Purcait nunca había imaginado semejante legado. Pedro Miguel González, su antecesor al frente de la comisión de presupuesto del congreso, le habia dado en posesión, no solo el cargo, también “los secretos tras el espejo”.

Convertirse en un ser tan favorecido ( Claro, fuera de los privilegio$ propio$ de ser parlamentario) causó en Yassir la común petulancia de quien se sabe inmune (o impune).

No pudo adivinar, el pobre, que tanto alarde despertaría el olfato de, cuando no, una opositora, que no solo había descubierto que el gran espejo de su oficina en el congreso, era nada más y nada menos que la puerta a un secreto y elegante paraiso: una habitación con cama para dos, cuadros exóticos y hasta copas!! Sino que se lo había enseñado a toda la prensa.

Yassir, como todo buen político, no tartamudeó ante el acoso de micrófonos, y mientras echaba la culpa a su colega, su mente estructuraba el mejor de los argumentos:

“No hay nada de malo en este asunto. Después de todo ¿No es la cama, como especie de Asamblea Nacional, un lugar en el que se saldan disputas y se definen asuntos? ¿Acaso no es un ámbito en el que se puede, al igual que en la asamblea nacional, conquistar la justicia, la igualdad...? (bueno esto último no siempre).”

La cama era solo una herramienta para recordar mejores modos de comunicación, tan necesarios en un lugar en el que las palabras solo causan enredos.” Nunca ese espejo había sido una invitación para ninguna moderna Alicia. Era sólo un elemento de trabajo.

Fue la mejor y más descarada respuesta de toda su carrera política.No la dio.

sábado, 5 de septiembre de 2009

5 de septiembre de 2009


¿Besando ranas?
El amor está en todos lados
Por: Blanca Buendía

Frank estaba preguntándose si su matrimonio era feliz. Ya tenía muchos años con Amy, tenía hijos y hasta nietos. Pero... ¿era ella el amor de su vida? Mirando cómo su vecino daba vueltas a la carne, dudaba sobre si había tomado las decisiones correctas sobre su vida. Tal vez no vivió lo suficiente, tal vez no conoció a todas las chicas que tenía que conocer. Tal vez Amy no era su princesa del cuento. Eran muchas cosas que pensar. Abrió otra lata de refresco y se volvió a sentar. Tomó un sorbo y sintió una textura extraña en su boca. La abrió y de ella saltó una rana, que se posó sobre su regazo. Frank la miró con asombro, sorprendido de que tal extraño animal haya estado dentro de su boca. La rana lo miró con sus ojos saltones, y dando brincos, se fue. Nadie más notó lo que había pasado.
Podría ser que era la vida que le estaba indicando a Frank que había besado a la rana correcta.

Lea la nota aquí.

jueves, 3 de septiembre de 2009

4 de septiembre de 2009

Lagartos con suerte
(Bangkok, Tailandia)
extracto sacado de las crónicas perdidas de José Arcadio en sus largos viajes con los gitanos.

Tamaño de fuentedaguerrotipo rescatado de la casa de los Buendía antes de que ésta fuera arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres.

Macondo ha quedado muy lejos. Apenas si recuerdo su olor caribe. Después de recorrer largas praderas y aguas tan grandes como los sueños de mi padre, llegamos a un pueblo extraño. Aunque extraño es algo común fuera de Macondo. Mi madre se espantaría al ver tanto aparato que no necesita las manos del hombre para operar. Mi padre sin duda quedaría decepcionado de ver que sus sueños todos están cumplidos. Y ahora aquí, caminando en una tierra donde veneran a un gordo tan grande como la abuela de Eréndira, me encuentro con que también caminan junto a los lagartos, como iguales. Es la ciudad de los ángeles, me dicen en los mercados. Yo no sé si se refieren a esos reptiles o a los mismos hombres. Es la ciudad de los dioses, me dicen los pordioceros. ¿Venerarán a los lagartos? He visto hombres que hacen grotescos gestos cuando un animal de estos camina a su lado. Yo me pregunto quién es el animal. También he visto señoras que sonríen como si fuera un buen augurio cuando una fiera (que de fiera no tienen nada) sin querer con la cola les pega.
¿De quién es esta tierra portuaria? ¿De los lagartos o de los hombres? Quisiera conocer a su gobernador, ¿será una cruza de ambas especies? Hay gitanos que me dicen que ojalá los lagartos comieran hombres, que sería un mejor mundo. Yo he recorrido muchas tierras y a veces creo que tienen razón. ¿Qué pasaría en Macondo si camináramos al lado de estas bestias? Aureliano los vería fijamente a los ojos, ¿se llegarían a comunicar?

Leer la nota aquí.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

2 de septiembre 2009


Morir matando.

(Viladecans-Barcelona)

Por Aureliano Babilonia.


El día en que Vasyl Szagadyn iba a morir, se encontraba en la cúspide de su carrera delictiva. Desde que dejó muy joven Odessa, su ciudad natal, hasta ese día en que caminaba ufano por la avenida de la Generalitat de Viladecans en compañía de Irina, su nueva adquisición, había incorporado a su extenso currículum toda clase de actividades ilegales, tráficos humanos, de armas o de estupefacientes y negocios internacionales de dudosa corrección política. A sus cincuenta años se sentía el dueño del mundo. Capaz de acallar con dinero o violencia cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. Por otro lado Irina casi se tambaleaba a su lado. Su pálida y escuálida constitución había soportado demasiada presión en los tres últimos días, desde que Vasyl la recogiera en el aeropuerto. Se sintió caer. Vasyl, incomodado , la sujetó del brazo haciéndole daño. Viendo que se desmayaba opto por entrar a la cafetería frente a la que en ese momento se encontraban...

Monserrat se había perdido en el enésimo callejón sin salida de su vida. No había dormido nada la noche anterior y el exceso de calmantes había sido su único alimento aquel día. Eran casi las seis de la tarde y deambulaba como alma en pena por el pequeño piso en la octava planta del número 178 que, en esa semana, dejaría de ser suyo según había leído en el escrito de desahucio que descansaba sobre la mesa del salón, movido por la brisa proveniente del balcón. Ya no podía más. Ensimismada salió al balcón, se sentó por fuera de la barandilla y saltó…

Irina se sentía algo mejor con el café con leche que había tomado. Vasyl , con desprecio, salió delante de ella a la calle y justo cuando Irina cerraba la puerta de aquella cafetería en el número 178 de la avenida de la Generalitat, noto un golpe seco delante de ella y pareció como si Vasyl hubiera desaparecido. Aturdida vio el cuerpo inerte del ucraniano en el suelo mezclado con el de una mujer y con manchas de sangre que empezaban a crecer.

Monserrat murió en el acto, Vasyl en el hospital e Irina resultó ilesa.

Lea la noticia aqui

Y tambien aquí

martes, 1 de septiembre de 2009

1 de septiembre 2009

LITERAL
Descubren cementerio de vehículos
(SAN PEDRO – PARAGUAY)

"Ocioso" era el nombre del pueblo. Quién sabe cuál fue la pista que los llevó hasta el lugar. La policía local nunca había sido tan hábil. Tal vez buscaban, provistos de un detector de metales, los tesoros enterrados por las tropas durante la guerra grande y encontraron camionetas sepultadas.

Definitivamente, fue casualidad. Bastante de sus neuronas habrán usado los ladrones en esta empresa mucho menos romántica que la búsqueda de fortunas perdidas. Demostrado está que prefieren otros métodos para hacerse ricos.-

Fue un golpe de creatividad deshacerse de la evidencia, viajar casi 300 kilómetros desde la capital, donde robaron las camionetas; desarmarlas, vender las partes y sepultar lo inservible, incluyendo a uno de los dueños.
Pero la policía se llevo los laureles. Titulares en todo el país “Insólito: policía descubre cementerio de vehículos” “tras meses de arduo trabajo desmantelan peligrosa red de “robacoches”
En fin... en vano quiso el gitano Melquiades, deshacerse del imán que le revendiera José Arcadio, ofreciéndoselo barato a la policía. Después de todo, dijeron, no había gran cosa que investigar en un pueblito que ya por algo se llamaba “Ocioso”.-

lunes, 31 de agosto de 2009

31 de agosto 2009



Niño Cero
(Veracruz - México)
Por Amaranta Trueba

El escultor viajó hasta el pueblo sólo para convivir con el niño. Pasó una semana con la familia antes de de hacer la estatua del pequeño.
La enfermedad de Edgar lo llevó a la fama. Estuvo a punto de morir y ahora todos recordarán su nombre. Esa fiebre que tuvo, la tos que parecía iba a acabar con su vida, hizo famoso al niño. Está inmortalizado por casi haber muerto. Y aún es un pequeño.
El escultor pensó que debería ponerle una rana en la mano al niño de bronce, pues representaba a esa plaga que contagió a tantos. También lo hizo más grande, y le agregó treinta centímetros de altura. Ahora todos podrán ver al primer sobreviviente. Dice que la escultura representa la unión del país ante la adversidad.
El presidente municipal está encantado con la idea. Espera que la escultura atraiga a toda la gente al lugar donde se dice que se inició la epidemia. Espera que ponga al pueblo en el mapa.
Todos están contentos con la idea.
Ahora la gente pasea junto a la estatua, viendo al primer sobreviviente de una enfermedad que extendió por todo el mundo.

Lee la noticia aqui

domingo, 30 de agosto de 2009

30 de agosto de 2009

Aparece niña secuestrada
(California, EU)
Por Melquiades, el sabio

Llegó a la estación de policía una niña de 11 años con 29 largos otoños en su vida. Yo estaba de visita investigando la sabiduría de los hombres de negro y de azul. La niña cargaba una tristeza tan grande como los enormes tótems de la magnífica Atlántida. Habló despacio, en un susurro casi inexistente. Yo soy aquélla que secuestraron hace 18 años. Ahora tengo 2 hijos, uno de 11 y otro de 15. Aquellos niños eran la viva imagen de la ignorancia. Habían vivido sus cortas vidas en un bosque de 6x6 metros. Su hogar era una tienda de campaña que el oso había desgarrado hace ya tantos años. Los niños mostraban un asombro terrorífico en sus ojos azules. Para ellos los seres de esta tierra eran sólo el imponente oso y su madre, la niña de 11 años. No pude evitarlo, me acerqué a ellos. El más pequeño se pegó a la pierna de su madre, el mayor se puso tras ella. Saqué un caramelo cristalino que había adquirido en mi viaje por la ciénega perdida, lo partí y se los di. Con un miedo que recordaba la cara de Santigo Nasar en el día de su muerte recibieron mi pequeño obsequio. La niña de 11 años me sonrió. Y aunque a ella, niña también, un dulce podía arrancarle la sonrisa, yo sabía que se iba a necesitar mucho más para poder recuperar la felicidad que le fue arrebatada por el gran oso hace 18 inexistentes primaveras.

La nota se puede leer aquí.

viernes, 28 de agosto de 2009

28 de agosto 2009

¿Vivo o muerta?
Aseguran que fue milagro

(Asunción - Paraguay)
Por: Amaranta Trueba

No era su hora para nacer, tan sólo tenía cinco meses dentro del vientre de Isabel. El Dr. Sotelo le dijo a la madre que su hija había muerto durante el parto. La mujer tomó sus cosas y regresó a su casa. Todos aquellos sueños de tener otra persona en la familia habían muerto con esa bebé. Es que era demasiado temprano, con cinco meses de embarazo eran pocas las posibilidades de que naciera viva. Ángela se leía en el certificado de defunción. La familia que se quedó en el hospital puso el fragil cuerpo de la recién nacida en una caja de cartón. La hermana de la mujer, Lilian, tenía la caja con el pequeño cuerpo en sus manos. Decidió pasar a comprar unas cuantas cosas para el funeral y fue a su casa. A medianoche se empezaron a escuchar los lloriqueos de un bebé, como si hubiera pasado muchas horas llorando. Inmediatamente Lilian tomó el teléfono y le marcó a la familia. Era un niño vivo y sano el que estaba en la caja, pidiendo por algo de comer. Lo llevaron al hospital, donde tuvieron que demostrar que la niña sin vida que habían creido tener ahora era un niño sano.

Lea la noticia aquí

desde aquí


contador gratis

Suscríbete a Macondo News

Subscribe Wikio

Contador Gratis

etiquetas

Blogumulus by Roy Tanck and Amanda Fazani

Archivo de Macondo News.

 

Macondo News | Creative Commons Attribution- Noncommercial License | Dandy Dandilion Designed by Simply Fabulous Blogger Templates