
Madre exorciza a su hijo
(Asunción - Paraguay)
Por: Blanca Buendía
Ella cree en Dios. Va a la iglesia todos los días, para saber que es lo que Él le dice. Y esta vez, le dijo que su hijo ya no era el mismo. A la mitad del día notó el cambio. Ahora un demonio había tomado control del cuerpo del pequeño. Ya no es un niño, sino alguien proveniente del mismo infierno. Algo tenía que hacer ella. Entonces decidió exorcizarlo ella misma. Hizo a sus hermanos rezar junto a las veladoras mientras ella se disponía a hacer su labor. Se encerró en el cuarto, guiándose por la palabra de Dios. Colocó al infante de cuatro años sobre una imagen religiosa. Se puso a rezar junto a él, pidiendo e implorando a Dios que liberara a su hijo de aquel demonio que lo estaba atando. El pequeño, lleno de moretones de sus castigos anteriores, sólo esperaba que esto terminara. Le rogaba a su mamá que se detuviera, que los golpes que le estaba dando le estaban haciendo daño. Él no era un demonio. Tal vez había sido travieso o no obedeció a su madre en el momento preciso. Pero no era un demonio. Su madre creía que era el demonio quien la quería confundir, y golpeaba con mas fuerza a aquel ser que ocupaba a su hijo. Poco a poco, le sacó a ese ser que lo habitaba. Sacó también, toda la vida que tenía ese pequeño. Tenía que hacerlo, claro. Su esposo derrumbó la puerta para encontrar a su hijo muerto a golpes por su madre. "Le absorbí todo el líquido" le dijo ella a la policía, cuando le tomaron de las muñecas y le colocaron las esposas.
En la cárcel, ella está orgullosa. "Mi hijo está con Dios y los dos hemos pasado a la historia" piensa.
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