(Santo Tomás de los Plátanos, Estado de México)
Por: Blanca Buendía

Igual que en Macondo se prohibieron las peleas de gallos desde su fundación para evitar problemas, en éste pueblo se prohibió el consumo del alcohol. El abuso y la violencia a causa de la bebida terminaron. Ese pequeño planeta se había convertido en un lugar pacífico. Había armonía.
Cincuenta años pasaron, y la pobreza llegó al planetita. Llegó la vergüenza de no tener dinero, de que las tierras ya no sean fértiles y de que las vacas ya no tuvieran tanta leche como antes.
Entonces, el alcalde del planeta decidió admitir que el pueblo bebiera. Ahora todos deambulan, sus ideas y su vergüenza se han ido. El principito llegó a éste planeta, y se encontró que el pueblo bebía para olvidar su vergüenza de beber. Cuando se marchó, perplejo dijo: "No hay la menor duda de que las personas mayores son muy extrañas", mientras seguía su viaje.
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Y la visita del principito aquí
3 comentarios:
Y vaya que si son raros. Imaginate que vivas en un lugar en dónde no hay nada qué tomar, ni una cervezita dentro del marco legal. Eso sí que suena catastrófico.
Me fascina El Principito.
T3 AW0
es triste que ni gobierno, sociedad, "dios", o ellos mismos, nos olvidemos de su difícil sobrevivir.
En estas fechas que la armonía, la paz y la felicidad entren en tu casa.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Un abrazo.
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